Puedo sentir en la nuca el constante desahucio moral, los tiempos impuestos de esta sociedad mercantilizada. Puedo sentir con impotencia el latido de los días que pasan del gris al negro, y del negro al rojo. Sentir que en esta vida, todo está amañado y predispuesto. Te obligan a suplicar para poder ocupar un lugar dentro del engranaje perfecto y robotico que produce el beneficio de aquellos que tienen de sobra. No hay futuro, no hay libertad. Locos, soñadores o románticos son desterrados. No hay ciudadanía sin mordaza, no hay dignidad sin ciudadanía, no hay dignidad en una ciudadanía amordazada. No hay reflexión, solo genuflexión, La fe sustituye al pensamiento, la economía sustituye a la ética, el consumo a la esperanza, y las estadísticas sustituyen a las personas. La opinión sustituye los ideales y la ideología sustituye el sentido común. Puedo ver como se levantan a mi alrededor los muros invisibles de un gueto que me condena y me excluye. Todo esto me impide empatizar con aquellos, y condenar a los otros. Me impide el civismo exigido, y guardar silencio. Me impide, en definitiva, ser sumiso y obediente. Pero no se equivoque, no es heroísmo, tampoco estúpido idealismo utópico. Es simplemente claustrofobia......me ahogo.
sábado, 28 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario